martes, 30 de marzo de 2010

Yin y Yang para equilibrar Cuerpo, Alma y Habitat

Yin_Yang
Opuestos y complementarios, conforman la esencia de todo y de todos; pero siempre predomina uno. Acá van algunas pautas y consejos para saber cuál es el que predomina en nosotros y secretos para alcanzar el equilibrio indispensable.
El yin y yang es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. En todo se sigue este patrón: luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frio, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino, etc. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Estas dos fuerzas, yin y yang, serían la fase siguiente después del taiji o Tao, principio generador de todas las cosas, del cual surgen.
Esta teoría es fundamental dentro de la Medicina china tradicional.

El Yin y el Yang, también se encuentra en el tipo físico de las personas (alto - bajo, corpulento - delgado), en los sentimientos (enojo - amabilidad), en las cualidades mentales (rapidez mental, mayor-rapidez mental menor), cualidades físicas (rápido - lento), en los alimentos (sal-azúcar), en los ejercicios (boxeo-meditación), en las actividades físicas (baile-jardinería), actividades mentales (estudiar-escuchar música), en las formas (circular-rectangular), en los colores (rojo-azul), en los materiales (vidrio-tela), en los pisos (piedra-alfombra), en los muebles (de metal-de madera).
Las mujeres Yin son más introspectivas, receptivas, algo contenidas, calladas, tranquilas y sensitivas. Tienen la mente orientada hacia la espiritualidad. Y cuando está desbalanceadas, se tornan despistadas, tímidas, de voluntad débil, pasivas y fuera de centro
Las Yang son fuertes, extrovertidas y activas. Tienen fuerza de voluntad, y tienden a enojarse con facilidad. Y cuando están desbalanceadas, se tornan agresivas, tensas e irritables
Del mismo modo, la diferencia se observa también en características físicas, preferencias y actividades. E igual principio se aplica tanto al universo que nos rodea, como al universo interior del nuestro cuerpo.
Pero nada ni nadie es netamente lo uno o lo otro, porque Yin y Yang son parte de toda esencia. Lo que sucede es que siempre predomina uno. Y el secreto consiste en aprender a equiparar ambas fuerzas.
Según estos mismos principios, toda enfermedad surge cuando –pretendiendo acomodar la realidad a nuestras conveniencias, en vez de aprehenderla tal cual- actuamos contra el Orden del Universo; violando la naturaleza misma de las cosas.Y sobre esa misma base se asientan dos herramientas muy valiosas para salir de ese laberinto: el conocimiento de la naturaleza tanto personal como de las energías de los alimentos.

En éstos, ella puede ser:
Del tipo frío: considerada Yin,
Del tipo caliente: considerada Yang,
O una mezcla de ambos
Por ende, para alcanzar el equilibrio, las personas Yin necesitan en proporción más alimentos Yang (calientes), que son los azulados y violáceos - berenjenas, higos, repollos, papa, batata, azúcar. Y las Yang necesitan en proporción más alimentos Yin (fríos), que son los rojos o amarillos - zapallo, zanahoria, pescado, huevo, manzana, cereza, frutilla, carne
Asimismo, el predominio Yin o Yang también conciernen, por ejemplo a:
Los órganos de nuestro cuerpo.Son Yin los que se consideran sólidos o con sustancia; como el corazón, el bazo, el hígado, los pulmones y los riñones. Y Yang los que se consideran huecos, y activos en el transporte –como el intestino grueso y el delgado, la vesícula biliar, el estómago y la vejiga
Los sabores. Ying tiene que ver con lo ácido y dulce; Yang, con lo salado y amargo
Los minerales. El potasio es Ying. El sodio Yang
El arco iris. Su gradación va desde el Yang rojo hasta el Yin violeta
Los climas. los cálidos producen alimentos Yin, los fríos alimentos Yang
En la química, los compuestos ricos de hidrógeno, carbono, litio, arsénico y sodio son más Yang que los desprovistos de estos elementos y que, a su vez, son ricos en potasio, azufre, fósforo y nitrógeno
Apenas un panorama general para advertir que nada es definitivamente lo uno o lo otro. Y un buen puntapié inicial para aplicar en cada instancia de la propia vida.
Qi Gong para el equilibrio
qigong
Esta gimnasia energética china promueve el equilibrio energético en el organismo.
Su práctica periódica permite, por un lado, mantener un libre fluir de la energía por los meridianos Yin-Yang. De esta manera, los respectivos órganos se ven provistos de una buena nutrición (Yin) para realizar correctamente sus actividades funcionales (Yang).
Pero además se trata de una disciplina que persigue el logro de un equilibrio fisico (Yin ), mental, emocional y espiritual (Yang) para transitar de una manera más armoniosa los acontecimientos diarios.
Ambientes que curan energías
feng-shui
Los expertos en Feng Shui toman en cuenta al analizar una vivienda o lugar de trabajo signos que se ven en quienes habitan la casa, para hacer el diagnóstico del ambiente.
- LA ENERGÍA YANG denota actividad, movimiento, luz, y por tanto se relaciona con todo lo que sugiere estos aspectos como puede ser el Sol, el día, el color rojo, la voz fuerte, el estrés, la vigilia, la vida, el fuego, el ruido, el verano, lo masculino, y así sucesivamente.
- LA ENERGÍA YIN denota profundidad, tranquilidad, oscuridad relacionándose con la luna, la noche, el agua, el lado femenino, el color negro o azul, la voz suave, los movimientos tranquilos, la tierra, el sueño, el alma, el otoño, etc.
- PATRONES HACIA EXTREMO YIN, algunos ejemplos:
Algunos síntomas de una actividad en exceso yin pueden ser falta de movilidad, depresión, tristeza, gusto insano por la oscuridad, consumo de alimentos fríos, uso de colores grises y apagados, voz baja, frecuentar vida nocturna, etc.
Las soluciones en referencia al espacio, podrían se incrementar la luz en determinadas áreas de la vivienda, evitar una distribución de mobiliario que crease obstáculos, eliminar objetos estancados y trasteros, buscar colores más luminosos o alegres, ventilar adecuadamente el espacio, no abusar de cuadros y objetos otoñales (el simbolismo influye de una forma sutil), revisar la cercanía de lugares como cementerios, zonas ruinosas, agua estancada, etc. En definitiva se buscaría una dosis de energía más activa y vital (yang) creando un nuevo equilibrio.
- PATRONES HACIA EXTREMO YANG, algunos ejemplos:
Algunos síntomas de una actividad en exceso yang pueden ser el estrés, el nerviosismo acusado, consumo desequilibrado de alimentos fuertes como carnes, alcohol, mariscos o picantes, falta de sueño, uso de colores rojos o ácidos, ausencia de cortinas y protección en la vivienda, música demasiado alta, abuso de juegos, apuestas, conducción rápida y temeraria, etc.
Consejos de aplicación al espacio, serian luz suave e indirecta, uso de tonos pasteles, cortinas que procuren intimidad, dormitorios sencillos sin elementos de dispersión como televisión u ordenador, música tranquila, cocina con abundancia de frutas y verduras, entornos de poco ruido, etc. Se trata de buscar patrones yin positivos que corrijan la balanza.

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