lunes, 6 de diciembre de 2010

¿Y tú que prefieres? ¿Champán o Vino Espumante?


Un amigo me preguntó - sabiendo que soy entendida en vinos y vida- la diferencia entre el champán y el vino espumante.
Conociendo como funciona el cerebro de los hombres, elaboré una respuesta didáctica y atractiva tomando como ejemplo un tema que él maneja a la perfección : Son como las mujeres, le dije.
El buen champán es una creación francesa sublime, perfecta, elaborada con deliciosas y delicadas uvas chardonnay, cuya vendimia por ley se hace a mano, por lo tanto la elegancia e intensidad en las notas de bouquet es abrumadora si no estás preparado para un buen 'taste'. Un champan requiere una maduración cuidadosa, pausada, paciente y dependiendo de la cuota de dulzor que se le agrega en este proceso resultan las variedades mas o menos azucaradas: desde un champan brut nature en el límite de lo amargo hasta un doux casi empalagoso. Envasado en una clásica botella con etiqueta que muestra con orgullo la denominación de origen. Hay que ser buen catador para elegir el champan adecuado a tu paladar, las burbujas pueden terminar en tu cabeza y  que Dios se apiade de tu buen juicio y de tu corazón....
Por otro lado tenemos el vino espumante, imitación mal lograda del champán. es el resultado de una combinación de uvas blancas y rojas de calidad mediocre cuya fermentación es cortísima lograda con aditivos sintéticos y químicos.El sabor es generalmente dulce, tiene exeso de azúcar, lo que facilita que el alcohol suba a tu cabeza y pierdas la noción de la realidad en fracciones de segundos. Es un producto popular, envasado en una botella visualmente atractiva para captar la atención del consumidor impulsivo y ocultar la pobreza de la calidad. Quien no tiene buen paladar no notará la diferencia en la boca pero las burbujas se le irán directo al hígado:  la indigestión y ácidez estomacal te pasarán la cuenta.
Al final, tu escoges lo que quieres tomar, dentro de tus posibilidades, claro está. Hay paladares para champán y paladares para vino espumoso. Hay algunos que prefieren tomar un buen champán cada cierto tiempo y otros que prefieren pasar la vida emborrachados con una imitación barata.
Mi amigo entendió perfecto y concluyo:
...''El tema es Clau, que cuando pruebas un buen champán, uno auténtico, la vida se ve de otros colores y no quieres nunca más volver a tomar esa porquería de vino espumoso al punto de querer vender tu alma al diablo por seguir tomando champán toda la vida...''

Por suerte nuestro país produce buenísimos champán, pocos pero buenos.  De vinos espumantes está lleno, vienen en cajas tetra pack desechables.

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