martes, 6 de abril de 2010

Me gustas cuando Callas

silence Hasta Neruda adoraba nuestros silencios, así lo dice en el poema 15

Este viernes una frase dicha en un singular momento hizo click en mi cabeza…’ me gustas más cuando estás callada’…Fuertes declaraciones para una que se considera mujer entretenida, de conversación inteligente y divertida.

Al día siguiente veo en internet que los japoneses inventaron una androide femenina de compañia llamada Geminoid F que sonrie e imita expresiones faciales humanas, pero, obviamente no emite una sola palabra. Da para pensar, ¿cierto?

Si una tiene vasto tema de conversación inteligente, es latera. Si una dice lo que piensa o siente con respecto a la reacción de algunos comportamientos de ellos, es rollera.

¿No podemos hablar?

El buscar el porqué a nuestro amigos del club de tobi prefieren nuestros silencios me llevó leer  un interesante artículo de Deborah Tannen, experta en lingüística, sobre los distintos códigos de comunicación que tenemos las mujeres con respecto a los hombres. El tema no es nada nuevo, ya lo sé, pero un factor importante a destacar - y esto es un tirón de orejas para ellos- es que nosotras tratamos de entender, de adaptarnos, terminamos haciendo concesiones a veces dramáticas y patéticas con tal de mejorar la comunicación, sin embargo en mi experiencia personal y en lo que veo, leo y escucho a diario, a los hombres no les interesa mucho esforzarse en manejar su propio ego y tratar de entender nuestros códigos.

Veo con tristeza que las relaciones entre hombres y mujeres aunque cada día son más transparentes y verdaderas, siguen siendo difíciles, agotadoras y las relaciones de pareja se han transformado en relaciones light o abiertas para dejar el camino libre y despejado anticipando que las cosas probablemente, no resulten.

Deborah Tannen nos explica los códigos de comunicación en su artículo You Just Don't Understand

Una pareja estaba en un automóvil cuando la mujer volvió a su esposo y le preguntó: "¿Te gustaría parar para tomar un café?" "No, gracias", respondió con sinceridad. Así que no se detuvo. ¿El resultado? La esposa, que quería parar, se molestó porque sentía que sus deseos no era considerados. El marido y la esposa se sintieron frustrados. ¿Por qué no simplemente decía lo que quería?

Lamentablemente, no entendió que su mujer estaba haciendo la pregunta, no para obtener una decisión inmediata, sino para comenzar una negociación. Y la mujer no se dio cuenta que cuando su esposo dijo que no, sólo estaba expresando su preferencia, no una toma de decisión.

Cuando un hombre y una mujer interpretan el mismo dialogo de formas tan contradictorios, no es de extrañar que terminen en acusaciones de egoísmo y la obstinación de unos a otros. Como especialista en la lingüística, he estudiado cómo los estilos de conversación de los hombres y las mujeres difieren. No podemos poner a todos los hombres y mujeres en categorías fijas.Sin embargo, los malentendidos, aparentemente sin sentido que rondan nuestras relaciones pueden explicarse en parte por las diferentes normas de conversación que existen entre hombres y mujeres.  Entender que existen distintos tipos de códigos verbales para cada género y que son igualmente válidas, los hombres y mujeres pueden entonces empezar  a desterrar la culpa y lograr hablar y entendernos.

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